En primer lugar, tenemos las praderas, que ocupan la mayor parte del territorio, y que se ven interrumpidas por bosques, selvas, y zonas pantanosas o arenosas. Albergan más de 2.000 especies vegetales como el eucalipto, el ceibo, el ombú, la acacia, el sauce-álamo, la mimosa, el mirto, el algarrobo o el quebracho.
La costa, de una extensión de 250 km, está salpicada de puntas pedregosas, playas de arena y acantilados litorales. La vegetación que crece allí es el pasto dibujante, la tembladerilla, el senecio y el espartillo.
Los humedales engloban diferentes tipos de medios acuáticos que son el paraíso de las aves. Las marismas disfrutan de una vegetación variada que cambia en función de la calidad del agua y de su nivel. Las familias de los Scirpus y de los Rhynchospora forman parte de la vegetación de este entorno.
Los palmerales están integrados por elegantes palmeras pindó, de rápido crecimiento, y también por butiás, palmeras de follaje gris con tronco voluminoso.
En cuanto a la zona forestal, el monte, existen cuatro tipos diferentes. El monte ribereño, formado por franjas de anchura variable que no superan los 200 m. El clima del norte, más húmedo y caluroso, permite la proliferación de un número importante de especies. Buscan lugares húmedos o cercanos a acuíferos, como hacen el ceibo, el mataojos, el sauce criollo, o el sarandí colorado y el blanco. Otras especies por el contrario prefieren los lugares más alejados de las fuentes de agua, como en el caso de la pitanga, el mirto, el canelón o el melocotonero (llamado aquí "durazno"). El monte de parque está integrado por un conjunto de pequeños bosques aislados que se alternan con las praderas. Lo encontramos por todo el país. En función de su situación geográfica, reúne especies de árboles como la acacia, el coronilla, el pimentero, la caroba, el palo de hierro y la tala. El monte serrano está a menudo asociado con las montañas o los lugares escarpados. La vegetación se compone esencialmente por un conjunto de árboles bajos y frondosos. También podemos ver coronillas, mirtos, arueras, talas y guayabos. El monte de quebrada es un tipo de vegetación menos extensa de lo que fue anteriormente. Es específico de los zonas resguardadas creadas por los barrancos y las gargantas húmedas del norte. La especie más abundante es la espina de la cruz, aunque también encontramos coronillas, canelones y congorosas.
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